Un puñado de imágenes Colección Fernando López Lendínez

Un puñado de imágenes Colección Fernando López Lendínez

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Descripción

El discurso expositivo se articula como conjunción de diversos y variados grupos de obras que generan diálogos y/o silencios entre sí y los adyacentes, primando en su disposición espacial características formales y estilísticas que las hacen pertenecer a determinados y consabidos movimientos que han jalonado el arte del siglo XX, en general, entre la abstracción y la figuración, pero también algún que otro conceptual.

Desde la Fundación de la Caja Rural de Jaén mantenemos una estrecha colaboración desde el año 2014 con Fernando López Lendínez. Su espíritu inquieto, su gran formación en edición, ilustración, coleccionismo, su firme convicción en el trabajo bien hecho y en la divulgación del arte, sobre todo el contemporáneo ha hecho que uniera su saber a la Fundación de la Caja Rural en proyectos anteriores como: Al hilo de la seda, platería en Jaén o Gráfica Contemporánea.

Más la piedra angular sobre la que surge y se asienta este proyecto debemos buscarla en el ámbito de las creencias y valores que López Lendínez sustenta en torno a la obra artística: para él, motivado por el deseo de dar a conocer y difundir el arte contemporáneo así como la posibilidad de poder contemplar todas estas obras reunidas por primera vez  en un espacio,  persiste en la creencia de que la obra creada -las artes en general- es una de las herramientas más útiles para lograr la transformación y evolución social.                

Es ahora cuando fruto de esa filosofía de vida, cuando el jienense Fernando López Lendínez, nos presta de manera altruista, este repertorio de obras de arte que ha reunido a lo largo de su vida.  Un conjunto de obras que refleja tanto su conocimiento como su pasión por el arte de un tiempo, más de cincuenta años, vividos desde el mundo del galerismo. Una profesión que, como espacio privilegiado, le permitió acceder y conocer de cerca tanto a creadores como a coleccionistas, así como a otros agentes artísticos que configuran el “mundillo” artístico. Desde allí creció pues este nutrido grupo de obras que se fue tiñendo inevitablemente de su personalidad y experiencia, y el cual, si atendemos a su naturaleza, no recuerda demasiado a tantas otras “colecciones” cortadas por un patrón estandarizado de lo que hay que coleccionar, de aquello que hay que tener como representación del prestigio y el buen gusto en una época, o como encarnación o cristalización de un momento histórico, de los que supuestamente el arte nos ofrecería una cara con rasgos propios. 

En palabras de José Ibáñez el comisario de la exposición Un puñado de imágenes:

El discurso expositivo se articula como conjunción de diversos y variados grupos de obras que generan diálogos y/o silencios entre sí y los adyacentes, primando en su disposición espacial características formales y estilísticas que las hacen pertenecer a determinados y consabidos movimientos que han jalonado el arte del siglo XX, en general, entre la abstracción y la figuración, pero también algún que otro conceptual.

 En este grupo heterogéneo de obras y artistas (nacionales y foráneos) hallamos rastros y ecos de la vanguardia española, cuyo contenido implícito nos sitúa ante la preeminencia de la abstracción con algunas propuestas de carácter informalista junto a otras formulaciones constructivas y geométricas; estas configuran a su vez un contrapunto con las indagaciones de la nueva figuración en la que hallamos algunas obras  que mantienen un realismo académico junto a otras surgidas de las derivas del pop. Constituyen pues un paradigma de lo acontecido en el arte contemporáneo de nuestro país donde  -tras la recesión del informalismo  en la década de los sesenta- se desarrolló una fuerte reacción figurativa de diversos signos (realista, expresionista y pop) y, ya a partir de 1965, una corriente de arte geométrico y tecnológico de carácter normativo.

Autores como Picasso, Manuel Ángeles Ortiz, Palazuelo, Marta Cárdenas, Soledad Sevilla, Sicilia, Luis Gordillo y otros más presentes en este repertorio, cuelgan ahora por primera vez, para satisfacción de su compilador pero también para todos aquellos que se acerquen al Museo de Jaén.

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Ficha propia
Desde la Fundación de la Caja Rural de Jaén mantenemos una estrecha colaboración desde el año 2014 con Fernando López Lendínez. Su espíritu inquieto, su gran formación en edición, ilustración, coleccionismo, su firme convicción en el trabajo bien hecho y en la divulgación del arte, sobre todo el contemporáneo ha hecho que uniera su saber a la Fundación de la Caja Rural en proyectos anteriores como: Al hilo de la seda, platería en Jaén o Gráfica Contemporánea. Más la piedra angular sobre la que surge y se asienta este proyecto debemos buscarla en el ámbito de las creencias y valores que López Lendínez sustenta en torno a la obra artística: para él, motivado por el deseo de dar a conocer y difundir el arte contemporáneo así como la posibilidad de poder contemplar todas estas obras reunidas por primera vez en un espacio, persiste en la creencia de que la obra creada -las artes en general- es una de las herramientas más útiles para lograr la transformación y evolución social. Es ahora cuando fruto de esa filosofía de vida, cuando el jienense Fernando López Lendínez, nos presta de manera altruista, este repertorio de obras de arte que ha reunido a lo largo de su vida. Un conjunto de obras que refleja tanto su conocimiento como su pasión por el arte de un tiempo, más de cincuenta años, vividos desde el mundo del galerismo. Una profesión que, como espacio privilegiado, le permitió acceder y conocer de cerca tanto a creadores como a coleccionistas, así como a otros agentes artísticos que configuran el “mundillo” artístico. Desde allí creció pues este nutrido grupo de obras que se fue tiñendo inevitablemente de su personalidad y experiencia, y el cual, si atendemos a su naturaleza, no recuerda demasiado a tantas otras “colecciones” cortadas por un patrón estandarizado de lo que hay que coleccionar, de aquello que hay que tener como representación del prestigio y el buen gusto en una época, o como encarnación o cristalización de un momento histórico, de los que supuestamente el arte nos ofrecería una cara con rasgos propios. En palabras de José Ibáñez el comisario de la exposición Un puñado de imágenes: El discurso expositivo se articula como conjunción de diversos y variados grupos de obras que generan diálogos y/o silencios entre sí y los adyacentes, primando en su disposición espacial características formales y estilísticas que las hacen pertenecer a determinados y consabidos movimientos que han jalonado el arte del siglo XX, en general, entre la abstracción y la figuración, pero también algún que otro conceptual. En este grupo heterogéneo de obras y artistas (nacionales y foráneos) hallamos rastros y ecos de la vanguardia española, cuyo contenido implícito nos sitúa ante la preeminencia de la abstracción con algunas propuestas de carácter informalista junto a otras formulaciones constructivas y geométricas; estas configuran a su vez un contrapunto con las indagaciones de la nueva figuración en la que hallamos algunas obras que mantienen un realismo académico junto a otras surgidas de las derivas del pop. Constituyen pues un paradigma de lo acontecido en el arte contemporáneo de nuestro país donde -tras la recesión del informalismo en la década de los sesenta- se desarrolló una fuerte reacción figurativa de diversos signos (realista, expresionista y pop) y, ya a partir de 1965, una corriente de arte geométrico y tecnológico de carácter normativo. Autores como Picasso, Manuel Ángeles Ortiz, Palazuelo, Marta Cárdenas, Soledad Sevilla, Sicilia, Luis Gordillo y otros más presentes en este repertorio, cuelgan ahora por primera vez, para satisfacción de su compilador pero también para todos aquellos que se acerquen al Museo de Jaén